viernes, 13 de septiembre de 2013

Descripción del Mercado Municipal #1

El Mercado Municipal número 1 de la ciudad de Hermosillo, tiene mucho más que ofrecer que la cuantiosa diversidad de productos y servicios que se ven a simple vista. Pero, para entender todas las características que lo envuelven y, que muchas veces pasan desapercibidas al transeúnte cotidiano en la prisa del día, hay que darse su tiempo y observarlas, por presencia propia.
Antes de conocer el alma del mercado, conformada por todos los personajes que ahí residen día a día, expresando su presencia con su trabajo, primero hay que conocer la estructura en la que se materializa esta realidad del abasto. Recién remodelado (haciendo valida la relatividad temporal), puede verse desde su exterior, al calor de las calles que lo circundan,  los resultados  de la vistosa remodelación hecha por el aniversario 100 de su creación.  Las puertas que lo aseguran en sus cuatro esquinas, de color negro y gran altura, permanecen abiertas desde las primeras luces del despertar del alba, hasta el ocaso del sol cuando acaban los labores.
Diversos son los intereses que te pueden llevar ahí. El hambre es uno muy común, de gran consuelo resulta el saber que variedad siempre hay. Así como puedes ir a disfrutar de ricos platillos preparados, también puedes ir a conseguir los elementos para preparar los tuyos. Desde diversas partes de la res o el cerdo, hasta el cachito de la suerte puedes encontrar a lo largo y ancho de este monumento viviente.
Sabidas son las delicias que ahí se disfrutan, entre ellas están: tacos de cabeza, de barbacoa, de lengua, de chicharrón, de frijoles, entre otros más peculiares; el menudo calientito así como el pozole y el cocido nunca faltan, las jugosas quesadillas, los tradicionales tamales de carne y elote con su cafecito en la entrada sureste, incluso malteadas frías te puedes encontrar (se recomienda el probar las de fresa, esas nunca fallan es sabor y calidad, además de ayudar a combatir la frescura que arrebata el sol hermosillense).
El ir a comprar la carne molida, la panza, la lengua, el lomo tanto de res como de cerdo e incluso el pollo, es una experiencia que no se debe evitar, ya seas tú quien cocine, o tal vez el simple mandadero del hogar, esta experiencia es grata, puesto que una vez cumplido el menester, el refresco del descanso nunca puede faltar.
Los colores en derredor de los puestos ubicados en el centro del recinto, agradan a la vista. Las lechugas en oferta, el aguacate a la alza, el tomate, zanahorias, cebollas y cilantro son algunas de las frutas (recordando al tomate como tal) y verduras  que adornan la visita de “marchante”.
Pero en un principio hable de lo que ahí se encuentra y en ocasiones pasa desapercibido a simple vista. Desde luego la vista es un gran medio para reconocerlo, pero la experiencia de estar ahí verdaderamente, sin la necesidad de solo ir “a ver que mira uno”, así como la apertura que puedas tener al contacto casual y cálido de las personas, es la herramienta ideal para reconocerlo. Supongo que se sobrentiende que hablo del contacto que se genera con las personas que ahí acuden, diariamente en muchos casos.
Las historias, situaciones y consejos que ahí puedes escuchar, disfrutando de una rica taza de café con leche (con sus respectivas cucharadas de azúcar claro), son tan diversas en contenido y sentimiento, que te crean la sensación del estar, del estar ahí, convergiendo en ese punto tras haber ido y vendió por la ciudad, por tu vida. Te crea esa sensación de la oportuna reflexión entre lo que has pasado, de cómo y porque llegaste ahí, a ese asiento en el que hablas y escuchas, en el que bien puedes oír comentarios del partido de la selección, que no llego al mundial, de política, incluso de las anécdotas del señor de al lado que toma su tercera taza de café en el día. A lo que voy, y espero llegar, es a hacer notar las cualidades de este espacio de interacción humana, en el cual no solo se comercian mercancías, en el cual no solo se prestan servicios, sino que también se comercian historias y se prestan oídos,
Creo que cualquier descripción de este mercado, quedaría corta ante la experiencia misma de visitarlo y darse el tiempo para conocerlo. Es por eso que la invitación a visitar este lugar es siempre hecha, no solo por quienes ahí trabajan y quienes  rondan en la espera de tu compañía, sino por el mismo sentimiento de querer experimentar las situaciones que ahí  encontrarás. Es por eso que yo personalmente, te recomiendo vayas y hagas tu propia descripción del mercado.



domingo, 8 de septiembre de 2013

Análisis de Fuentes-Documental-Del olvido al no me acuerdo

En el documental, se presentan fuentes orales que dan una idea general respecto a la manera en que se pueden encontrar durante la investigación. Se puede también, identificar  características que este tipo de fuentes poseen. Sin mencionar que  las situaciones presentadas, dan un aspecto más humano a la investigación, esto al dar la versión e interpretación de los testigos presenciales en la vida de Juan Rulfo.
Son interesantes las reacciones de ciertas personas en el documental ante determinadas preguntas. Se utilizan palabras como “Ay, no me acuerdo, déjame que recuerde y te digo”; hay personas que incluso afirman haber olvidado situaciones en las que fueron participes. Sin embargo también se encuentran situaciones relevantes que, de no ser recordadas por dichas personas, en el olvido quedarían sin posibilidad de retorno.
Se puede ver como la memoria y los recuerdos en cada persona, forman una memoria colectiva. En la cual, cada parte aportada por cada persona, forma un todo, respecto a algo en particular. Para no solo hablar incoherencias, daré un ejemplo de cómo veo la memoria colectiva a raíz del documental. Supongamos que 4  personas leyeron el mismo texto, solo que a cada uno le toco encontrar algo diferente dentro del mismo. El primero busco encontrar los errores de ortografía, a otro loa errores en los signos de puntuación, a otro los errores de estilo y al último el contenido del texto en sí. Cada uno tiene un conocimiento distinto respecto al mismo objeto, sin embargo ninguno es completamente entero puesto que solo ve desde una perspectiva. Ahora, lo particular de la memoria colectiva, es que une la percepción de cada persona para mostrar un todo al resto de las personas, o a las mismas que conocen del tema. Dando una determinada perspectiva general. Esto significa que la memoria colectiva, se nutre de estas múltiples y particulares historias.
Diversas son las opiniones acerca de la confiabilidad de estas fuentes. Algunas veces se considera que al basarse en el recuerdo, carecen de un respaldo admisible en alguna investigación. Otras veces se presenta el problema de saber si el que nos habla, nos dice la verdad, o nos miente por omisión o deliberadamente. Desafortunadamente, estas inquietudes son una realidad latente dentro del proceso de consulta de dichas fuentes, es de ahí donde surgen los problemas y de donde se suelen basar los detractores de esta práctica de investigación.
Sin embargo, hay factores que hacen de dichas fuentes, una excelente opción para conocer  cosas que de otra manera pasarían desapercibidas. Al ser los entrevistados personas que vivieron en la época, o se relacionaron con el objeto de interés directamente, les da a estos testimonios una gran relevancia, puesto que son perspectivas que demuestran el sentir popular o personal con que se impregnaba hasta cierto punto algún determinado suceso, dando así, otra cara a la investigación, la cual solo se pude adquirir tan fielmente -hablando de percepciones-, de estas fuentes.



sábado, 7 de septiembre de 2013

Métodos Cualitativos-Métodos Cuantitativos en las Ciencias Sociales
El uso tanto de los métodos cuantitativos como de los métodos cualitativos en el campo de las ciencias sociales, es de gran relevancia y disparidad en muchos casos. Ambos métodos comparten algunas características, sin embargo las que no, son de una disparidad marcada en cuanto a la diferencia del método, del resultado, así como  de la concepción de quien los trabaja en la validez del enfoque. Es esta la razón por la que se pueden dar tanto investigaciones meramente cuantitativas o cualitativas, así como investigaciones donde se usen ambas, en la cual al final uno de los dos predomina o, también se puede dar el caso donde se utilicen ambos métodos y que la relevancia de ambos este a la par.
Considero necesario una breve descripción respecto a las características de ambos métodos, estas descripciones están fundamentadas en las hechas por algunos conocedores y estudiosos en la metodología de la investigación. Estas descripciones se hace con el propósito de tener un conocimiento más completo y documentado, para que la argumentación que se realizara más adelante, tenga tanto una coherencia como una base sólida.
El método cualitativo como el cuantitativo, son herramientas para realizar investigaciones que indagan sobre los fenómenos sociales; si bien se puede encontrar comúnmente el uso del método cuantitativo en las llamadas ciencias duras o exactas, en esta ocasión nos abocaremos a presentarlo solamente en el campo de las ciencias sociales.
 En la tercera edición del libro Metodología de la Investigación, podemos encontrar 5 fases similares para ambos métodos. Primeramente ambos evalúan y observan fenómenos. Con ello se  establecen hipótesis a causa de la observación realizada. Después se prueba y demuestra la validez y fundamentación que esas hipótesis tienen. Ya con un análisis de por medio se revisan estas hipótesis en comparación con las pruebas arrojadas. Por último presentan los resultados con los cuales se fundamentan, modifican e incluso se crean nuevas ideas o suposiciones.[1]
Así pues, a pesar de las diferencias (a presentar a continuación) de ambos métodos, la similitud, de fundamental importancia, yace en la finalidad del uso de cualquiera de estos dos métodos.
Ya marcadas las similitudes y, a pesar de ser de intrínseco el propósito, las diferencias en ambos métodos distan mucho entre sí. El método cualitativo parte de un concepto de exploración, es decir de la idea de la existencia de un mundo por descubrir. Se basa en la premisa de que la realidad es construida por el individuo que le da un significado a determinado fenómeno social. Los datos que recaba pueden ser de diversa índole; tales como documentos, entrevistas,  monumentos, etc. Finalmente busca entender el contexto del actor social estudiado.[2]Como se ve, la investigación basada en los métodos cualitativos se fundamenta en la percepción del investigador, acorde a los significados extraídos de los datos.
Por otro lado los métodos cuantitativos, nos dice Roberto Castro, “enfatizan la relación entre variables y privilegian la medición y el análisis de relaciones entre variables. El supuesto ontológico es que existe una realidad social que es independiente de los individuos, y que es cognoscible mediante procedimientos objetivos, sobre todo mediante la cuantificación”.[3] En resumen, los métodos cuantitativos miden fenómenos, los datos adquiridos son analizados estadísticamente, lo siguiente es la prueba de hipótesis y por último se busca encontrar la relación causa y efecto. Como se ve, es evidente por que este método es el utilizado mayormente por las ciencias “exactas”, puesto que al alejarse hasta cierto punto de la interpretación subjetiva de los datos, crea una “rigidez” en su proceso y en su producto, la cual muchas veces puede llevar a tomar como indiscutibles los resultados. Es de esta reflexión, que muchos investigadores sociales partieron para llevar el estandarte del enfoque cuantitativo en el campo de las ciencias sociales, esto con el afán de hacerlas más “científicas”.
Las implicaciones que se pueden ver ante el uso exclusivo del método cuantitativo en una investigación, por ejemplo, son desde luego diferentes a las encontradas en una basada en el método cualitativo. Cuando se trabaja desde un enfoque cuantitativo, los datos a manejar son estadísticas, estas no son sujetas a más interpretaciones que las necesarias, es decir, se limita a descubrir si pasa algo y por qué lo hace. En cambio el método cualitativo va más allá. Partiendo del conocimiento de que pasa algo y muchas veces sabiendo el porqué, se aboca a ver qué repercusiones se dan, hasta donde llegan, etc. Un ejemplo podría ser, una investigación sobre el costo y la producción en toneladas de garbanzo dentro del estado de Sonora de 1926 a 1929. Tomando este tema como eje principal desde un enfoque cuantitativo, me limitaría a saber cuántas miles de toneladas se produjeron, de que zonas agrícolas provenía cada cantidad agregada al total, y el precio que este producto alcanzo.
Siguiendo la misma línea, pero en esta ocasión desde un enfoque cualitativo, no me quedaría solo en los números, en las alzas y bajas de precios en el mercado nacional o en el internacional. Utilizando este método, el interés estaría en saber cuáles fueron los efectos que las bajas y alzas en el precio del producto causaron a los agricultores regionales. Que cambios tanto en la política estatal como en la vida de la sociedad se daban respecto a la producción estatal de garbanzo, etc.
Resumiendo esto, es evidente que ambos métodos nos pueden ayudar a alcanzar puntos específicos en una investigación. En lo personal, me inclino a una inclusión de ambos métodos. Pero, hablar es fácil, es por esto que a pesar de mi interés en un “enfoque mixto”, muchas veces por la naturaleza de las investigaciones, uno siempre predominara en mayor o menor medida. Esto para nada le resta valor a un trabajo de esta naturaleza,  sin embargo, devela la dualidad de ambos métodos.
Es así pues, como se maneja una investigación desde determinado método utilizado. La finalidad y las fases son similares, pero  los procesos para llegar a dicho fin son altamente distantes. Sin embargo, y aun con estas diferencias, por algunos muchas veces consideradas como incompatibles e incluso irreconciliables, se puede hablar de distintas formas de correlacionarlas.  
Para finalizar me gustaría presentar ciertos modelos en los que se trabaja con ambos enfoques, estos fueron encontrados en el libro Metodología de la Investigación

Modelo de dos etapas: dentro de una misma investigación, se aplica primero un enfoque y después el otro, de forma casi independiente, y en cada etapa se siguen técnicas correspondientes a cada enfoque… Modelo de enfoque dominante: se lleva a cabo bajo la perspectiva de alguno de los enfoques, el cual prevalece, y el estudio conserva componente(s) del otro enfoque… Modelo mixto: constituye el mayor nivel de integración entre los enfoques cualitativo y cuantitativo, donde ambos se combinan durante todo el proceso de investigación.[4]

            Dentro de las ciencias sociales, la posibilidad de una integración entre ambos enfoques en permeable, y muchas veces (a criterio propio) recomendable. Considero que ambos métodos “tienen lo suyo”, por un lado el cuantitativo nos da cifras, estadísticas, gráficas, etc. Las cuales sirven para tener una idea concreta de lo acontecido, hablando en números claro. Por otro lado, el cualitativo nos da descripciones de procesos, de acontecimientos que apelan a una percepción más personal, más subjetiva, pero no por eso menos acertada de los fenómenos sociales investigados. Es por eso, que por mi parte considero  la integración de ambos métodos altamente enriquecedora mientras se trabaje de una manera profesional e incluyente, sin miedo a ningún método, puesto que al final, el beneficio casi siempre es más grande que el esfuerzo.

Bibliografía
- Castro, Roberto. 2002. En busca del significado: supuestos, alcances y limitaciones del análisis cualitativo. En Para comprender la subjetividad, compilado por Szasz Ivonne y Susana Lerner, México: El Colegio de México.
- Hernández Sampieri, Roberto, Carlos Fernández y Pilar Baptista (2003) Metodología de la investigación. McGraw-Hill Interamericana. México, D.F.




[1] Hernández Sampieri, Roberto, Carlos Fernández y Pilar Baptista. Metodología de la investigación. (México, D.F.: McGraw-Hill Interamericana. 2003),5.  
[2] Ibídem, 9.
[3] Castro, Roberto. En busca del significado: supuestos, alcances y limitaciones del análisis cualitativo. En Para comprender la subjetividad, compilado por Szasz Ivonne y Susana Lerner, 57-85, México: El Colegio de México. 2002
[4] Hernández Sampieri, Roberto, Carlos Fernández y Pilar Baptista. Metodología de la investigación. (México, D.F.: McGraw-Hill Interamericana. 2003), 20, 21,22.